Actualmente, las compañías afrontan la digitalización de sus procesos de trabajo, con el fin de responder a la modalidad de trabajo híbrido actual. No obstante, aunque se ha avanzado mucho, los empleados continúan teniendo dificultades con los flujos de trabajo cuando están fuera de la oficina.
Las pymes españolas tienen un déficit estructural en materia de digitalización, unas carencias que no son tan marcadas en las grandes empresas. La falta de tiempo, de formación y también una cultura empresarial no proclive a la transformación digital han hecho que históricamente las pequeñas y medianas empresas no hayan afrontado este proceso.
Una mala implantación y comunicación de los procesos puede hacer fracasar el proyecto de digitalización, por lo que resulta necesario que toda la empresa esté involucrada. Para ello, en palabras de Manel Peralta, “la estrategia debe ser liderada por la dirección, con un plan definido, y con la ayuda de early adopters”.
Otro de los déficits que se observan en materia de digitalización son los relacionados con la experiencia de usuario y en el rediseño del proceso, así como la falta de competencias digitales del usuario, “reforzar estas competencias de los trabajadores y de la población española, mejorar la conectividad digital en todo el país, impulsar la digitalización las administraciones públicas y apoyar la innovación y el I+D relacionado con el ámbito digital son los principales déficits -y por tanto retos a superar- en materia de digitalización del país”, sentencian desde Cisco.
Toni Parada se centra en los costes, pues son uno de los principales elementos que se tienen en cuenta a la hora de digitalizar. “Todo plan de digitalización debe llevar asociado cuál es el retorno esperado y cómo se medirá. Este retorno no sólo se debe medir en la diferencia con respecto al coste del proceso no digital, también debe incluir cuál es la mejora en cuanto a competitividad de la empresa”, explica.
En relación a los costes, Andreu Vilamitjana resalta que para lidiar con este problema, “las empresas tienen ahora una oportunidad única con las ayudas del Plan de Recuperación. Además, los proveedores debemos facilitar la adopción tecnológica con nuevos modelos más económicos y eficientes de consumo como servicio”.
Para Canon los costes no son una barrera, “las herramientas en la nube han supuesto una gran ventaja para las pequeñas y medianas empresas. La migración de estas herramientas a la nube está impulsando su adopción entre las pymes. Estas empresas pueden acceder ahora a herramientas que antes no habrían estado a su alcance por motivos de coste o infraestructura, pero la proliferación de servicios en la nube les ha permitido ahora aumentar la agilidad y avanzar a buen ritmo”, reitera Eva Sánchez Caballero.
Pero ¿cómo pueden las empresas romper con estos déficits? Por descontado. La Administración es un claro impulsor de la digitalización de las empresas. Estas novedades exigen un esfuerzo de inversión a las pymes, y el programa Kit Digital viene a facilitar este proceso, “la facturación es un ejemplo claro: no es casualidad que una de las categorías del programa Kit Digital para solicitar estas ayudas sea la facturación electrónica, cuando está previsto que próximamente entren en vigor importantes cambios en este ámbito”, comenta el Product Strategy Director de Tax, Accounting & Office Management de Wolters Kluwer Tax & Accounting España.
Por su parte, el Head of Customer Experience de aggity no ve el Kit Digital como un impulsor de la digitalización, “en su gran mayoría, se está utilizando para actualizar procesos ya digitales o para actuaciones menores que no son transformadoras para la empresa”, critica.
Fuente: Este es el estado de la Transformación Digital en España (revistabyte.es)